Génesis y progresos del Pensamiento Administrativo

La génesis del pensamiento administrativo alcanzó su momento cumbre cuando el hombre logró agruparse, comprendió que buscar la cooperación y el trabajo conjunto era importante para  alcanzar un propósito común, mejorar la solución de  problemas, distribuir las responsabilidades y alcanzar mayor productividad, a diferencia del realizado de manera  individual, que al no disponer de la colaboración de otros,  tendrá que dedicar más tiempo y dedicación a una o cada sola actividad, y a disminuir su capacidad productiva, comprometiendo el cumplimento de sus compromisos comerciales u organizacionales, en oportunidades, ocasionandole  estrés, ansiedad, agotamiento físico, metal y emocional. En todo caso, comprender que la cooperación y el trabajo conjunto era beneficioso, también le permitía establecer nuevos procedimientos, mejorar técnicas, métodos e instrumentos para la fabricación, en esa época, los medios usados para la caza y la pesca, necesarios para satisfacer sus necesidades de alimentación y de vivienda.
Debe señalarse que aportes como la división de las tareas, impulsó la especialización en las actividades y la elección de las mejores personas para realizarla,  siendo significativo para la conformación de los grupos de trabajo, mejorar la relación interpersonal y el comportamiento de sus integrantes. Igualmente, importa reflexionar sobre lo útil que fue la planificación para prever y advertir situaciones del ambiente, tanto interno como externo, y tomar decisiones o adoptar las mejores estrategias para alcanzar resultados favorables, todos estos aspectos han sido de mucho significado para la administración. 
Por otra parte,  cabe acotar que en la época del imperio grecorromano, al hacer las interpretaciones a los papiros de Egipto en 1300 a C, pudo revelar la importancia que esta sociedad le confirió a la administración y organización de los Estados Burocráticos de la antigüedad, si bien no existe información para señalar las características de la administración de la república atenienses, no es menos cierto, el respeto otorgado por las funciones administrativas. (Koontz y O’Donnell 1979, p. 31/32)
Adicionalmente señalan los autores antes referidos que, los escritos de la antigua Roma, aunque incompletos, muestran “la complejidad del trabajo administrativo…el considerable desarrollo de la técnica… la existencia de magistrados romanos con sus áreas de autoridad y grados de importancia, indicadora de una relación piramidal característica de la organización”. (p. 32)
Todo lo anteriormente planteado confirman el uso del imperio grecorromano de un conjunto de ideas, conocimientos y técnicas en favor del desarrollo de la administración, destacando la Burocracia, indicadora de una estructura piramidal, representación de los niveles de autoridad y su grado de importancia, como el interés por las funciones administrativas, todos aspectos necesarios para organizar el Estado y gestionar las acciones que le correspondían ejecutar.
Asimismo, destacan en esos inicios de la administración, los aportes de la Iglesia Católica Romana, las organizaciones militares y los Cameralistas. La Iglesia Católica fue la organización formal más eficaz en el occidente, caracterizada por estructura piramidal territorial jerarquizada, “con especialización de actividades a lo largo de las líneas funcionales”, reveladora del éxito alcanzado durante tantos años, sin embargo, extraña como es que su experiencia y aplicación no transcendió en su época hacia otras organizaciones. (Koontz y O’Donnell Ob., cit.)
Con respecto a las organizaciones militares, importa destacar en sus aportes, el énfasis puesto en los principios de autoridad, las técnicas de liderazgo, la idea de mantener una moral adecuada, así como la comunicación de planes y objetivos a sus seguidores, fundamental en la relación de objetivos individuales y de grupo, este último usado por Napoleón como complemento de su poder para gobernar. (Koontz y O’Donnell Ob., cit.; p. 33)
Otras organizaciones que en los inicios contribuyeron con el pensamiento administrativos, fueron los Cameralistas, un “grupo de administradores públicos e intelectuales alemanes y austriacos”, convencidos de que una administración sistemática, y la universalización de las técnicas, eran una fuente de fuerza que no solo aumentaban las cualidades del individuo, sino que eran las requeridas para el adecuado funcionamiento del gobierno y sus departamentos. Se mantuvieron desde el siglo XVI hasta el XVIII. 
Después, durante el período de la época agrícola surgieron organizaciones pequeñas, creadas o pertenecientes a artesanos o agricultores y/o grupos familiares que producían y comercializaban sus productos. Desde el punto de vista organizacional mantenía una estructura jerárquica y piramidal, donde la autoridad y el poder se concentraba en la persona de mayor importancia en la organización.
Con el invento de los rodillos de estirar en 1938 por J. White y Lewis Paul, que con el tiempo pasaría a ser el reemplazo de los dedos del hilador y la posterior máquina de fabricación de hilos fuertes de Aikwright, se da inicio a lo que se denominó la Revolución Industrial, y como consecuencia, el abandono del tejedor a sus ocupaciones agrícolas, dedicándose exclusivamente a tejer.
Posteriormente, James Watt Jr., y Mathew Robinson Boulton citados por (Koontz y O’Donnell Ob., cit.; p.34), quizás remotos usuarios del enfoque científico y quienes se hicieron cargo de la administración de Soho Engineering Foundry en la Gran Bretaña, inventan y desarrollaran la máquina de vapor, el primero, fue responsable de la organización y administración, y, el segundo, dedicado a las ventas y a las actividades de comercialización, significativa muestra de la creación del mercado y la demanda de bienes y/o servicios.
Entre los muchos aportes desarrolladas por estos hombres a las técnicas administrativas, se pueden citar, “investigaciones de mercado y pronósticos, planeación de la disposición de las máquinas en términos de requerimientos de los flujos de trabajo, planeación de la producción, estándares para el proceso productivo, y unificación de los componentes del producto”. (p. 34)
También desarrollaron programas para capacitar al personal, estudio de trabajo por resultado, para mejorar la remuneración de sus empleados. Todas las invenciones las hubo en esa época, originando una nueva forma de administrar y de ver la gerencia, lo cual obligó a definir nuevas metas y objetivos, para lograr el éxito en las organizaciones.
Posteriormente, el Siglo XX, fue una época de muchos cambios y avances en la administración y en la gerencia, diversidad en el desarrollo tecnológico e industrial. Frederick Taylor desarrolla la administración científica, y luego aparecen otros enfoques de administración, la sociedad del conocimiento y la información, y por último, la prestación global de los servicios, obligando a las organizaciones y/o la gerencia a tener una nueva visión empresarial. En esencia, esta última, provocó un impacto en las dimensiones: económica, educación, comunicación, así como, nuevos modelos de estructura organizacional e información, en donde el uso de la tecnología adecuada es actualmente necesaria, y que de alguna manera, han influido en las personas, las responsables de observar y percibir cómo es el mundo a su alrededor, para decidir sobre sus acciones en dirección al logro de sus objetivos.
En ese sentido, puede entenderse por administración o gerencia, como el proceso cuidadoso y riguroso de planificar, organizar, coordinar, ejecutar y controlar las distintas actividades dentro de una organización, por quien o quienes la dirigen, importante y útil para lograr satisfacer una necesidad o un propósito determinado.

 

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